La cuenca del Mediterráneo sufrirá una pérdida de agua que alcanzará el 40% en medio siglo.

La cuenca del Mediterráneo sufrirá una pérdida de agua que alcanzará el 40% en medio siglo.

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La delegación española asegura que se puede dar respuesta al fenómeno sin cortar el progreso y bienestar

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Las consecuencias del cambio climático serán especialmente graves en el sur de Europa y los países de la cuenca mediterránea. En esta área, en la que también se incluye España y la Comunitat Valenciana, se producirá un paulatino descenso de los recursos hídricos. Los expertos calculan que la reducción puede alcanzar el 40% en poco más de medio siglo.

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La delegación española incrementó esfuerzos durante la reunión para que el IV Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental recogiera una mención expresa a la situación que padecerá esta zona "especialmente vulnerable"."La sequía y la desertificación es una cuestión prioritaria para España", subrayó Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para la prevención de la Contaminación y el Cambio Climático.

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El primero de los documentos -más breve y destinado a los políticos- remite a un segundo apartado de un estudio más extenso, donde se cuantifica la reducción de los recursos hídricos entre un 20% y un 40%. Además, Aizpiri reveló que la probabilidad de que se dé este fenómeno "es alta" y supera "el nivel de confianza" de las predicciones para otros puntos del planeta.

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El horizonte de estas previsiones deja margen de maniobra para implantar medidas correctoras. El informe calcula que la reducción de las precipitaciones -hasta ese 40%- se alcanzará en el último tercio de este siglo.

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Ésta es sólo una de las numerosas consecuencias que Aizpiri enumeró ayer sobre el cambio climático. Entre el resto, figura el incremento de las temperaturas - "de los últimos 12 años, 11 han sido de los más calurosos"-, la reducción del hielo en el Ártico y el aumento de las emisiones de gases invernadero (un 70% desde 1970).

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Posibles soluciones

Aizpiri no ocultó que la responsabilidad para lograr un cambio en la situación recae ya sobre los gobernantes. "El informe de síntesis da respuestas, ahora nos corresponde comenzar a tomar medidas".

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Este proceso se iniciará dentro de dos semanas en la Cumbre de Bali, donde se empezará a negociar los compromisos que deben acordar todos los países y que supongan una continuación al Protocolo de Kioto.

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El responsable gubernamental valoró el trabajo hecho con los anteriores acuerdos, que se han convertido en una "herramienta de trabajo fundamental".

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Aizpiri ofreció una vertiente positiva del informe presentado ayer porque invita a la esperanza, ya que es posible revertir la tendencia sin reducir el bienestar de la sociedad. "El informe asegura que tenemos los recursos tecnológicos y financieros necesarios para lograrlo y mantener el beneficio de la sociedad". Estabilizar las emisiones a un nivel que limite el incremento de la temperatura entre 2 y 2,5 grados centígrados, supone un descenso del crecimiento del PIB anual menor del 0,12 por ciento, según los expertos.

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La propuesta de la Unión Europea, según recordó Aizpiri, es reducir las emisiones un 20%, "aunque estaría dispuesta a llegar hasta el 30% si los países en pleno crecimiento" se comprometen al mismo esfuerzo hasta el año 2020. En la misma línea, Aizpiri indicó que España apoya esta iniciativa.

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La delegación española que participó en las negociaciones del acuerdo insistió ayer, aparte de la lógica reducción de las emisiones, "en la necesidad de adaptación para reducir los efectos adversos", ya que por ejemplo, aunque las emisiones se estabilizasen "el nivel del mar seguiría creciendo durante siglos".