"Se pospone la catástrofe"

"Se pospone la catástrofe"

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Ya saben ustedes que cada cinco años, por cada cien mil moléculas de aire, la viciosa humanidad añade aproximadamente una de CO2.

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Y que esta molécula y otras más de lo mismo que poco a poco iremos añadiendo —aunque son invisibles, inodoras y tóxicamente inofensivas— producirán tal efecto de calentamiento que acabarán destruyéndonos, no sólo a nosotros sino al planeta entero. Algunos, psicólogos del clima, ya lo notan. Dicen que se está volviendo loco.

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Pues bien ...

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Llevamos ya diez años en los que la temperatura media global no aumenta y esta semana la revista Nature publica un artículo de investigadores alemanes en el que se dice que en la próxima década es posible que tampoco.

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La acción del mar, cuya circulación es aún una gran desconocida, puede ser mucho más relevante en los próximos diez años, o veinte, que las moléculas de CO2 que añadamos.

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El artículo de Nature, titulado asépticamente "Advancing decadal-scale climate prediction in the North Atlantic sector", se refiere a la posibilidad de que el Atlántico Norte se enfríe debido a una ralentización de la corriente del Golfo o de lo que, en jerga científica, se llama MOC (Meridian Overturning Circulation). Ya veremos.

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De todas formas, el disimulado título no ha logrado que a la comunidad "negacionista" pase desapercibido el artículo, en el interior del cual se habla de la implicación de la evolución oceánica en la tendencia de la temperatura global, poniendo en entredicho las prisas que nos meten en descarbonizar el mundo.

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Pongo arriba la evolución de la temperatura desde Enero de 1990 hasta el pasado Marzo en la troposfera, la capa baja de la atmósfera (de unos 10 km de espesor) en la cual se desarrolla el clima.

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Abajo pongo un índice de la supuesta fuerza de la circulación termohalina (THC) (que es otra manera de referirse a lo mismo, MOC) (ver aquí: corrientes oceánicas). Se observa que la tendencia ascendente que se manifiesta desde 1970, y que ha coincidido con el calentamiento que siguió al enfriamiento anterior, puede cambiar a la baja en las próximas décadas y, por lo tanto, provocar de nuevo un enfriamiento.